Entre el estómago y el corazón
Por Welmo Romero Joseph
...Con orgullo La Morena reclama que ha transformado el paladar y deseo de algunos boricuas al asegurar que “antes desayunaban tostadas y ahora le meten al mangú”. Una vez te inicias en ese camino, no hay vuelta atrás, es una especie de vampirismo culinario.
Regularmente, en las primeras horas de la mañana los clientes suelen ser hombres mayores de 50 años con sus botas de construcción y pantalones estilillo Jackson Pollock meets Juan Albañil.
Conforme aclaraba el barrio ante la luz mañanera, llegaron mujeres y hombres más jóvenes. A las 7:15 a.m. la fila llegaba a la puerta. Cheo y La Morena despachaban costillas con mangú, arroz con gallinita, mangú o yuca con salami. Unos gritaban exigiéndole a La Morena explicaciones de por qué se había ido por tantos días a la República. Mientras tanto ella les voceaba a los que estaban al final de la fila que solo iban a comprar café, que pasaran al frente. En par de ocasiones escuché: “¡Morena, dame un mangú con tré golpe!”, a lo que ella le contestaba: “¿Pa’ hombre o pa’ muchacho?”...
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